
Y tras meses de espera la luz ha vuelto para quedarse.
No será un juego ni una broma de algún ángel travieso. Es algo tan real como el café que estoy tomando.
De ayer a hoy las cosas van a cambiar, cambiaré yo y ellas tendrán que seguirme. Cambiarán mis hábitos y ellos me harán disfrutar de una vida más luminosa.
La primavera es más primavera dentro de la piel, y se queda allí unos días aletargada hasta que se activa por la presencia de más luz. Ya es el momento.
La-luz-está-aquí.