Para los que como yo están en el hemisferio norte y para los que están en el sur con su invierno de la mano.
Me apetece ver hielo y me apetece todavía más escuchar a Sigur Ros, rodeados de un paraíso de hielo que desgraciadamente tiene los días contados.
La paz de los hielos es como el reposo del guerrero, un lugar donde el blanco y el azul son los dueños y señores. En verano siempre pienso en el frío y en invierno nunca pienso en el calor.
Confieso que estoy diseñada para climas soleados pero sin calor. Con mucho viento por favor.
J.