Busco palabras que puedan describir la belleza real, palabras que sean contenidas, justas, equilibradas, pero no soy capaz.
No soy capaz de medir lo que digo cuando el sonido de un cello está en el aire. Me pierdo como una loca en un bosque nevado, como una enamorada que visita el puerto cada atardecer con una flor en la mano.
Ya ha pasado un año, ya hace cuatro que el gran maestro Rostropovich echó a volar desde el Moscú de un 27 de Abril y pase lo que pase, aunque Abril se haga el escurridizo, esta fecha nunca me pasa desapercibida.
Esta Suite nº 4 es una delicia especialmente envuelta en papel de oro...
Cierra los ojos y déjate llevar.
Jeanne