Hoy me he descubierto con un antojo de comer coles de Bruselas. Debe ser el verano y el calor y la operación bikini que ha dado un éxito nefasto.
Quizás es que de pensar en no comer, me estoy muriendo de hambre. Y por eso pienso en desayunar y comer y merendar y cenar.
Pero pienso en verde de lechuga y de verdura. No pienso en rojo ni en marrón. Pienso en light y no pienso en grasa.
Vale. Miento. Pienso en todos los colores y también en verde de coles de Bruselas.
Dios...que mono.
Jeanne con hambre.
6 comentarios:
¡Vaya, unas colitas revueltas en huevo y trocitos de queso por encima!
A mí me encanta. Y es bastante light.
Besitos
Me gustan las coles de Bruselas. Pero hace tiempo que no las veo por aquí.
Lo que menos me gusta del mundo, Jeanne!
Valen los colores... las emociones...
¡pero las coles de bruselas! Que se las queden los belgas....
besos
Puede parecer una cosa rara... pero lo entiendo...
Besicos
No entiendo porque tanto jaleo con la operación bikini, luego vuelves de vacaciones con los mismos kilos -o más-que los que has perdido. Puffff
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