Nunca visitamos la playa a las horas en las que están repletas de sombrillas y de buscadores de rayos cancerígenos.
Tan solo cuando el sol se ha puesto y la luna reclama su lugar como astro rey en la oscuridad de cielo, tan solo entonces nos vestimos de colores y caminamos por las orillas desnudas.
Nadie nos obliga a pagar el parking pero..... el bar está cerrado y yo tengo siempre hambre.
2 comentarios:
Antes, como pescadora que era, veía anocheceres y amaneceres sobre el mar. Ahora sólo veo la tele.
Rien n'est parfait!
;)
muacks
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