Hay bañeras que te conducen al verano y otras que son como el puro invierno. Frías y poco apetecibles.
Y es que para mi el agua es solo azul. No me gustan las aguas turbias en las que la transparencia es una virtud olvidada, me dan miedo.
Un cuarto de baño con baldosas negras y una bañera en marmol es como una invitación al frío, a los días grises, a los anocheceres prematuros.
Directamente diría que no, que no me apetece un baño, que prefiero un lavado de gato antes que abandonarme en brazos de ese amante al que le falta calidez.
11 comentarios:
Vos lo decis tan claro pero por que carajo mi amante no lo entendio
Una Oda a las bañeras, sin duda las palabras con que escribís distan mucho del marmol. Acogedor es lo que resulta este espacio, la calidez de la pasión se desborda por la ventanilla que recibe a los visitantes de tu blog.
Saludos
Son duros y fríos ataúdes que invitan a cortarse las venas.
besos
Desde luego esa bañera de la imagen no me parece un duro y frío ataúd, sino el lugar donde darme un bañazo en potencia!!!
en invierno prefiero lamerme a mi mismo..
Jeje, yo tuve un baño de suelo negro ... ahora es cálido. Me coloreé ... ya ves.
...pensar que los últimos baños que he visto de casualidad tienen ducha :o(
Un amante sin calidez, nunca será un buen amante
...ni sumergido en bañera de agua hirviendo.
Cuando acabe, seguro que me regalo un baño.
De vuelta por aquí. A disfrutar a golpe de verbo.
No es bueno ser un amante sin calidez. Ni las bañeras contenedoras de cuerpos silentes y fríos.
Buen texto.
Pues yo me tomaría esa bañera como una invitación a la relajación, con agua caliente, sales y buena música de fondo, me daría un bao de una hora sin ningún disgusto..., máxime en este invierno tan frío y tras una semana de trabajo.
Besos.
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