Me gusta imaginar que mi salón tiene una pared así, un fondo que parece un suelo, dos lámparas que dan simetría a la escena y una cabeza de Buda para llenar de espiritualidad la estancia.
Escucho también la música que emana desde algún rincón escondido y discreto. Quizás en la habitación contigua Pau Casals y Rostropóvich han decidido volver desde su cielo para hacerme un regalo, para dar forma a mi paraíso con su Cello.
Hay veces en las que creo que algunos ángeles pasean cada día a mi lado.
7 comentarios:
Que ambiente más agradable acogedor y perfecto.. me gusta mucho.
Y si .. los angeles estan siempre a tu lado.. no lo olvides.
Buen finde.
abrazos.
Comparto tus gustos... lo de los ángeles... ¿por qué no?
besos
Da gusto un salon asi. Lo quiero.
Me gusta la pared de ese salón...
Besos.
Y tanto que si, querida... Lo de que pau esté en la habitación de al lado me ha llegado al alma...
Besicos
Eso es bueno. Imaginar. Y si se cumple mejor. El saloncito es precioso, por cierto. Un beso, Jeanne.
Sin duda muy acogedor...
Publicar un comentario