lunes, 9 de agosto de 2010

La vida...un milagro en equilibrio



Quizás es verano y la libertad de mis horarios me da alas para extender mis pensamientos más allá del día a día.

Por uno de esos huecos de tiempo se ha colado hace un rato una realidad que se que existe, pero que no reparo en ella más que en contadas ocasiones. El milagro de la vida. El milagro de nuestro cuerpo.

Aceptamos que estamos vivos sin pensar que es un regalo tan grande que jamás podremos aprender a medirlo. Respiramos, comemos, contraemos infecciones y las superamos, reímos, nos rompemos huesos y los soldamos, sangramos, gozamos, nos ponemos morenos, estamos tristes a veces, nuestras células se reproducen millones de veces, el corazón bombea sangre sin descanso,....

Somos un puñetero milagro, un condenado milagro y sin embargo nos rompemos la cabeza por tonterías. Nuestro cuerpo es un millón de veces más sabio que lo que nuestro cerebro nos permite ser.

Cuando veo gente que se va y lo hace con la cabeza alta, lo aceptan o no pero saben que han vivido, nos miran y sin mover los labios nos gritan que aprovechemos el tiempo. Vive tu que puedes. Vive, maldita sea.

Supongo que no es fácil aprender pero yo me lo propongo cada día. Aunque al final, estar seguro de tu suerte, saber que el milagro de la vida es tu regalo, es un conocimiento aun más difícil de llevar.

Es como saber y no poder hacer nada, porque en realidad no puedo hacer nada más. A veces preferiría ser menos consciente.

Gracias por la lección que he aprendido hoy cuando menos me lo esperaba.
Gracias.

2 comentarios:

josef dijo...

Aprender a irnos es una de las lecciones más duras y también la maás reconfortante quizás, puesto que es asumir que un día dejaremos de existir...
besos.

dintel dijo...

Tema contundente...

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