Creo que tarde o temprano tendré que escuchar ésto en directo.
Estaré en Castilla.
Estaré en un Monasterio que suena a silencio. Cerraré los ojos y la música resonará en mi cerebro.
Tragaré saliva y pensaré que hay placeres sonoros que no tienen precio.
4 comentarios:
Recuerdo una vez, visitando la catedral de Santiago de Compostela (me queda cerquita), que en pleno sosiego me sorprendieron unos cantos gregorianos que inundaron la nave suavemente y me envolvieron en aquel momento especial.
Son sonidos que van más allá de sus propias frecuencias...
besos
Puedo ir contigo?
Raindrop:
Exacto, es como sumergirse por debajo de tu propia piel....
J.
Jordicine:
Por supuesto.
Prepara las maletas, ya tengo los horarios de todos los cantos...
Ah, y piensa que película podríamos "imaginariamente" recomendar a un hombre que lleva 60años viviendo en un cenobio de clausura...
J.
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