viernes, 8 de febrero de 2008

Relaciones karmicas

De vuelta en la academia y de nuevo he llegado tarde a mi primera clase.

Todos me han mirado, me han visto sacar mis pinceles que hace un mes fueron guardados sin mayor cuidado, y que ahoran vuelven a la luz temerosos, sucios y secos.

Mi lienzo, también olvidado, descansa pegado al suelo y apoyado en una pared llena de pegotes de pinturas de un y mil colores, mi lienzo ha perdido su privilegio de reposar sobre un caballete, el paso de los días y la ausencia de pinceles que lo acariciaran le ha conducido a esta situación.

Hoy he vuelto y las cosas han empezado a cambiar, he dejado atràs a Keryann en su golfo de Morbihan, a Colette casi recuperada, alegre y con ganas de volver al Moulin, y ahora me voy a dedicar a la razón que me trajo hasta aqui.......vuelvo a pintar.

Desde mi posición privilegiada en el fondo de la clase, estoy como ausente e invisible para todos, nadie ve mi obra, nadie me controla, y es justo esta disposición la que me permite observar sin ser vista, curiosear, cotillear, mirar como trabajan el resto de mis compañeros, veo claramente sus espaldas, las nucas peladas de ellos y el pelo largo de ellas...

Pero de nuevo, creo que algo más ha cambiado, alguien ha dado la vuelta a su caballete y llevando la contraria al resto, ha empezado a romper el molde, a deshacer el ordenamiento caótico de la clase .......... todos mirando al norte, excepto él, hombre mirando al sur.

Se llama Marco Antonio, tan apenas habla francés, es diferente a otros, es controvertido, implacable, sensible, chileno y totalmente desmedido en sus acciones.

Al terminar la jornada, a la salida, sin mediar presentación alguna ni por su parte ni por la mia, junto a las escaleras laterales, al abrigo de miradas, se me ha acercado y me ha invitado a una exposición de compatriotas titulada" Magallanes y amigos...a la vuelta de Molucas"

No ha esperado a mi respuesta, me ha cogido de la mano, ha empezado a correr y digamos que le he seguido, la sorpresa ha bloqueado mi mente y ha liberado mis piernas que como imanes han seguido a su metal, a su cobre, su cobre chileno.

La magia no ha terminado ahí, hemos reido, saltado, hemos visto cuadros, los hemos comentado entre nosotros y sobre todo con ella,la dulce Astrid,la soñadora,imaginativa y mística pintora.
Todo un descubrimiento.


3 comentarios:

nestor dijo...

que lindo relato...a veces pienso si todo tiene que ver con la realidad o hay fantasia en esas palabras que se equilibran con cosas muy de adentro de las personas, por ejemplo. "siguiendo el cobre chileno"...sencillamente genial....
cómo está paris????

Gilbert Fadda dijo...

Colores al ritmo de las sensaciones...me comentabas que éste era uno de tus bailes de colores favorito de "Water"...disfrútalo!
http://www.youtube.com/watch?v=SVCDkVtzkqs&feature=related

Pilar Cita dijo...

Has visto "Caótica Ana"? Te gustará!

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