Tengo que reconocer que desde hace meses espío a mi vecino...
Su portera me ha dicho que se llama Jean-Baptiste, no se en que trabaja, pero sus horarios son totalmente imprevisibles.
Entra y sale de su casa muy amenudo, vestido con ropa diferente, siempre solo, siempre serio, siempre con un aire distraido.
Desde el salón de casa, tengo perfectamente controlada su ventana y su portal, por lo que durante las horas en las que estoy pintando, puedo seguir sus movimientos más allá de mis pinceles.
Su ventana
Hace dos semanas nos cruzamos, mejor dicho, nos chocamos, justo delante la farmacia de Madame Lequeux, yo salía de allí leyendo el prospecto de mi jarabe para la tos y él, bueno, no se que que estaba haciendo, pero lo que si se, es que cuando quise darme cuenta, mi jarabe rojo estaba desparramado por el suelo.
A pesar de que la culpa fue mía, él se sintió responsable del incidente y no tardó en entrar en la farmacia para comprarme otro. A la salida, se despidió amablemente, me pidió disculpas nuevamente y su fue.
Desde aquel día no he vuelto a verlo, parece como si la tierra se lo hubiera tragado, su ventana permanece abierta, pero ya no entra ni sale...
2 comentarios:
También me dijo la responsable de comunicación de Reporteros Sin Fronteras, francesa, que tenía nombre de chocolate... no pensé que me lo iban a volver a decir! Pero supongo que allí es como llamarse Óscar aquí, que siempre te van a decir no se qué de las salchichas, pero con más glamour, que para eso es Francia...
Sabes por qué no sale tu vecino? Porque tal vez se ha dado cuenta de que existes, así que ahora es él el que está escondido espiandote!
Quizás no sale porque espera que llames a su puerta
Publicar un comentario