Aujourd'hui .....Saucisses de Montbéliard

Hoy hemos tenido una visita especial...

Laurence, la tía de Colette, que vive en Alsace, ha venido a comer con nosotras y debo decir, que no ha venido sola.

Junto con ella ha traído una bolsa blanca, de plástico, de las que suelen entregar en las tiendas. Un bolsa sin identificación, sin ningún rotulo que indicara su procedencia. Una bolsa huérfana y anónima.

Era abultada, su contenido no era muy ligero, la tensión de las asas así lo indicaba. En su base había copiado una forma cilindrica. Sobre ésta se apreciaba un segundo objeto con una forma distinta, alargada.

Para Colette, inmersa en las presentaciones y en el ritual de bienvenida, la bolsa blanca apoyada sobre la mesa de la cocina pasó desapercibida.

Para mi, no.

La procedencia de la tía Laurence, y el olor que poco a poco fue deslizándose por el pasillo hasta llegar al salón en el que tía y sobrina hablaban sin parar, fue borrando lentamente todas mis dudas.

La bolsa dejó de viajar de incógnito.

Le puse nombre y contenido.

Umm

Ummm

Ummmm

Umm

Me levanté discretamente y casi a hurtadillas me acerqué de nuevo a la cocina.

Abrí la bolsa, como la niña que busca chucherías en el cajón prohibido de su abuela.

Y allí estaba......

Un maravilloso queso Mont d'Or de unos 25 cm de diámetro, en su punto, con su cajita de madera esperando su sauna privada en el horno regada con vino blanco.

Y él, tampoco había venido solo.

Ummmmm

Mis favoritas, mis adoradas, idolatradas, amadas, deseadas, anheladas salchichas.

Véritables Saucisses de Montbéliard.

Mientras ellas ponían la mesa, he bajado corriendo a la tienda de vinos de Monsieur Legrand. El festín requería un Côtes de Jura.

Formidable.

Caprice de dieux.