No lo son nada en absoluto.
Esta semana ha sido como una gran atracción de feria,
como una gran montaña rusa con más picos que valles,
un cúmulo de emociones repartidas.
Un encuentro con dos magníficos y reconocidos pintores, que han hablado de su obra, de su proceso de creación, que me han enriquecido interiormente de una forma brutal, que me han abierto los ojos, que me han mostrado nuevos caminos, que han planteado nuevas posibilidades.
Y he dado volteretas en el aire, sin parar, durante varios días, y he vivido en otra dimensión apoyada cinco centímetros por encima del suelo.
Nada concreto, sólo emociones encadenadas, sin control alguno, con un continuo pulso acelerado, frenético, desmedido.
He llenado los días de acción
pero como en toda montaña rusa que precie.....
...después de muchas subidas
...después de mucho mantenerse arriba, de recorrer altas mesetas,
...llega el momento de rizar el rizo
de bajar lo subido
de recuperar el equilibrio, de regular los picos, de dulcificarlos
de quitarles emoción y llevarlos a un terreno más llano
...porque en esta montaña rusa la subida es lenta, pero te lleva muy alto
y
...la bajada es realmente rápida pero te lleva muy muy bajo. ..
8 comentarios:
mejor no?...cuanto más durase más dura podría ser la caída...besos.
Mmmm, los excesos siempre son malos, sea por buenos que sean o por nefasta la situación... En fin, espero te recuperes pronto y que todo siga a raz del suelo...
Un abrazo!
Ah las montañas rusas...diabólicas, sugerentes, atractivos instrumentos de perdición...Las subidas y bajadas...Hace tiempo que estoy arriba, también estuve abajo...Pero ¿sabes lo que te digo, querida? Que he llegado a la conclusión que si uno es capaz de encontrar el freno de mano de su alma puede hacer que las caídas sean menos duras y las subidas más atemperadas...porque yo llegué a la conclusión que prefiero una vida donde pueda subir, aunque sea a precio de bajar - cuestión de equilibrios - a una vida plana, neutra, patéticamente lineal y sin sabor...
Lo dicho...subir atemperado, bajar con freno de mano...pero sentir la vida...lo que quiere decir...vivirla activamente, no con la pasividad del que únicamente observa la laguna desde un risco pero no se atreve a saltar...A veces hay que saltar para avanzar...
Cuando vas descendiendo es cuando realmente aprecias lo arriba que has conseguido subir. Creo que lo importante es aterrizar bien, sin golpes, sin utilizar las manos. Sólo los pies deben bastar para tomar tierra, sólo así el descenso habrá sido comedido, mesurado, lento. Disfrutando de lo conseguido y apreciando lo logrado.
Abrazos
Qué intensos son esos días, esos en los que sientes que toneladas de sabiduría inoculada por MAESTROS entran en ti por todos los poros.
La defines muy bien, el vértigo que produce esa especie de motaña rusa.
Que el descenso no tome la velocidad del olvido.
un besito.
Ha habido muchos momentos en los que he disfrutado especialmente leyéndote, por eso tengo un regalito para ti en mi blog. Recógelo cuando quieras. Un beso
Yo he tenido también una semana rara montaña rusa de abril cruzado para arriba y para abajo sin traer ningún cuidado de mi esqueleto... Oreja y media gacha.
La veo segura pero joé que meneos tú ;)
Un abrazo.
bonita poesía visual........
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