jueves, 19 de noviembre de 2009

Los rostros, la memoria y el paso del tiempo



Siempre me han llamado la atención los mecanismos de la memoria en relación al recuerdo de los rostros que se van cruzando en nuestro camino.

Me cuesta entender por qué he olvidado las caras de compañeros muy recientes y sin embargo mis amigos de la infancia tienen sus rostros grabados en algún lugar de mi lóbulo occipital.

Estoy encantada con esta forma de recordar, no es selectiva ni condicionada, es una forma primitiva de recuerdos que se posaron sobre un cerebro virgen y que con el paso de unos pocos años se ha ido saturando y ha dicho no.

8 comentarios:

Tempus fugit dijo...

Complejo lo que planteas... creo que en nuestro lóbulo occipital las cicatrices de la vida establecen compartimentos, unos de acceso directo y otros que necesitan varis llaves para acceer a ellos...¿por qué?

besos

Tempus fugit dijo...

Complejo lo que planteas... creo que en nuestro lóbulo occipital las cicatrices de la vida establecen compartimentos, unos de acceso directo y otros que necesitan varis llaves para acceer a ellos...¿por qué?

besos

Lu dijo...

La foto es un retrato? xq me gusta. Jeanne con un toque Warhol.
Saludos argentinos.

Anónimo dijo...

El cerebro y el mecanismo de los recuerdos tiene esos misterios, así puedes recordar no sólo rostros, sino sucesos lejanos con todo lujo de detalles y, sin embargo, no ser capaz de recordar donde has aparcado el coche o el nombre de la persona que te acaban de presentar.

Por cierto, ¿Alguien sabe donde he dejado las llaves? ¿Y el móvil? ¿Y las gafas?... ¿Y al niño?

Besos.

virgi dijo...

¡Ja! pues yo presumía de memoria para pelis, nombres, actores, libros, teléfonos...

¿dónde estará todo eso? tal vez en la papelera de tu post anterior...¡ay!

Besos y besos

Anónimo dijo...

A veces faltan las palabras para expresar lo que se tiene en mente.

¡¡¡Saludos!!!

raindrop dijo...

Sí, hay una explicación para eso de la memoria a largo plazo y a corto plazo, que tiene que ver con la fisiología del cerebro.
Lamentablemente, ahora no recuerdo cómo era la cosa y no te lo puedo contar con detalle... :P
(¿será que no hace mucho que leí sobre ello?)

besos

Luis dijo...

Absolutamente de acuerdo contigo, una memoria virginal parece atesorar mucho más que una ya usada y gastada. Algo parecido me ocurre con la letra de las canciones, por más que las escuche hoy en día me cuesta prenderlas de memoria, sin embargo las que cante en mi adolescencia nunca se han olvidado.
Un abrazo

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