Si en lugar de ser lo que soy, fuera también una jugadora de baloncesto, sin duda alguna tendría una papelera como ésta.
Aunque si hoy no fuera hoy y siguiéramos viviendo en lo que hacíamos hace unos años, tampoco escribiría siempre con 10 dedos, lo haría con 2 y los otros 3 dando apoyo.
Las palabras que no me gustaran se irían a mi papelera en forma de bola y así entrenaría mi puntería.
Pero nunca pensé que la poesía y el baloncesto hicieran buena pareja, nunca hasta hoy, porque he descubierto que hay poetas caminantes que también corren por una cancha y encestan.
8 comentarios:
No querida Jeanne. Esa papelera no la tiene un solo jugador de baloncesto lo sé de buena tinta. La tienen los ejecutivos frustrados jejeje.
Abrazos!
Suerte que no tengo una papelera de esta porque tendría que estar todo el día recogiendo los papeles del suelo.
Eso, en vez de poesía sería un poema...
es que en eso consiste, en apuntar el tiro...
besicos
los poetas sueñan con machacar en una canasta con una sola mano y de espaldas..
Es un buen modo el lúdico para dar fin a los fracasos...encestándolos en papeleras así.
Saludos argentinos.
Pues la verdad es que no sé lo buena o mala pareja que hacen, pero ambas partes, por separado, son mis dos grandes aficiones (desafortunadamente ninguna de las dos me ha permitido convertirlas en algo más). Eso sí, he de reconocer que aunque alguna vez he hecho una referencia lejana al baloncesto, nunca he escrito versos sobre él.
Sea como sea, sigo escribiendo y sigo corriendo (no demasiado) y encestando..., como dijo aquel, mientras el cuerpo aguante.
De la papelera, no he tenido una así, pero hace años si tuve una minicanasta que se sujetaba a otra papelera, en la que enceste más de un aborto de poemas y cuentos.
Muchas gracias por el regalo, Jeanne.
Besos (desde el tiro libre)
jajajajaajja y si cuelgas la papelera de la pared y la pones a una altura adecuada, el entrenamiento resuta de lo más completo.
Hasta puedes practicar tiros de bola poética en suspensión xD
besos
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