
"Si buscas resultados distintos,
(Albert Einstein)
A pesar de las polémicas, de los muy bien, de los muy mal, de las indignaciones y de las deslealtades en opinión de unos y otros, a pesar-de-todo-lo-dicho...
Yo
he
visto
una
preciosa
película.
El Cónsul de Sodoma me ha descubierto a un poeta del que no había leído nada y del que practicamente nada sabía.
Si el objetivo del cine es abrirte los ojos, hacerte sentir, vibrar, descubrir, conocer y dejarte con ganas de seguir leyendo, entonces, sin ningún genero de dudas esta película cumple, y de que manera.
No se si es volver a la infancia, no, creo que no es eso, es más bien cambiar de estado, es como desconectar el interruptor de la gravedad que nos pega al suelo y ponernos en manos del viento. Es volar.
A veces, cuando despierto en una mañana de sol tibio en la que la brisa se desplaza acompasada, me gusta imaginar una enorme playa desierta lejos de todo y cerca de alguna parte.
Llego a ese lugar, me quito la ropa y sin darme cuenta ya me he convertido en una cometa, en un cerf-volant, tengo forma de barco y surco el cielo como un Juan Salvador Gaviota en versión de tela.
Subo, bajo, vuelvo a subir hasta que tengo nauseas. Me dejo llevar por las corrientes y experimento sensaciones prohibidas en mi versión de cometa en tierra.
Cuando me canso, cuando me he llenado de sol y de viento y de plumas, sólo entonces bajo al suelo, me tumbo en la arena y me reconvierto en ser humano.
Tengo la piel morena y castigada, tengo heridas, tengo el pelo revuelto y lleno de nudos. Recupero mi peso y ya no formo parte del viento.
Es el precio a pagar por formar parte del paraíso.
No imagino un lugar mejor para descansar, una piscina enorme con varios niveles de profundidad, agua limpia y clara, baldosas en el fondo y en los laterales. Paz total y absoluta.
Lo que me gusta de esta piscina que ya había visto y que un fotógrafo desconocido ha extraído de mis sueños, no es la superficie que imagino ajetreada, es el fondo tranquilo, es la presión del agua sobre mi cuerpo, es el silencio con mi respiración.