" Jeanne, aqui hay unas reglas, y si no las puedes respetar, tendrás que hacer las maletas"
Con esta amable frase, mi casera, Madame Berquelange, me ha invitado formalmente a abandonar la residencia de señoritas que es mi actual, oscuro, lúgubre, silencioso y aburrido hogar.
Han sido casi nueve meses de estancia, en los que no he cruzado más que dos palabras con mi casera, tres frases con Severine, la única estudiante francesa de la residencia, y una larga conversación en una alegre noche de borrachera con Madame Jennepin, la cocinera bretona con el aspecto más dulce y sensible que jamás he conocido.
He decidido aguantar hasta el fin de semana, tengo varios contactos que puedo mover y un par de amigos a los que voy a pedir auxilio en forma de habitación con techo.
Necesito un cambio, necesito que el ruido me llene los oidos, necesito luz, aire, gente a mi alrededor, estoy cansada de compañeras formales como las que me rodean en la residencia del Boulevard Saint Germain, mis horizontes se han empezado a abrir desde que me admitieron en la Academia Colarossi, ahora no puedo dejarme vencer de nuevo...
En mi primera semana de clase el ambiente se ha relajado, ya no siento la misma presión, ya no tengo que demostrar nada, los trazos difusos de mi pintura son como un libro abierto para un psicoanalista, no quiero ocultar lo que siento y lo que soy capaz de expresar con mis lienzos.
Yo, Jeanne, pinto para existir, pinto para ser un poco más yo y un poco menos de lo que los demás esperan de mi.
Mis sentidos están alerta en cada momento, he empezado a ver cosas que hasta ahora no había notado, oigo sonidos que me estaban vetados, veo más, siento más. He descubierto que la musica que acompaña nuestros talleres creativos de color, aumenta considerablemente la luz en mis lienzos, es la música que se filtra por las paredes, por las escaleras de la segunda planta de la Academia, algún dia tendré que buscar su fuente, la fuente de esa, mi otra inspiración.
3 comentarios:
.....que decir!....nada, lo has dicho todo...eso es, exactamente!
besos
Existe une Madame Berquelange en Paris verdaderamente ? Porque me llamo tambien Berquelange y no conosco otra en Francia ni tampoco en Europa ...
Monsieur Berquelange,
Il existe un autre Monsieur Berquelange (David) à Cergy ...
Si ce dernièr c'est vous, le monde est très petit....
:-)
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