Anoche me fui a dormir, me puse un pijama rojo al estilo leñador nórdico y no me preguntéis como, pero esta mañana me he despertado en un barco.
Estoy en un velero de 14 metros de eslora, hace un frío del demonio, un viento sacado de las mismas puertas del infierno sur y me dirijo al Cabo de Hornos.
Si tuviera tiempo o un espejo para mirarme vería que no queda nada de la que era ayer al acostarme, voy abrigada y protegida del agua, llevo un gorro, guantes y unas gafas fijadas con cinta elástica. Tengo miedo pero no suelto el timón.
Intento recordar la ingesta de setas o de otro tipo de alucinógenos mientras me concentro en mantenerme lo más cerca de la latitud 40ºS. Para ser un mal sueño esto parece muy real. Los primeros iceberg se cruzan en mi camino. Intento olvidar el cobre chileno y pensar en el Canal de Panamá.
Los peligros de la lectura son muchos y maravillosos.
Tened cuidado con lo que leéis antes de dormir.
6 comentarios:
¡Ay Jeanne!... que yo estoy leyendo "Bosque Frío" de mi autor favorito (McCabe) que, como siempre, trata e un psicótico echado a perder... Mejor si busco un libro de viajes ¿no?. Besos y buena entrada al 2010.
querida jeanne...todos sabemos que existe una frontera que separa la realidad de los sueños...pero para mí son lo mismo en su esencia: cuando sueño vivo...y lo que vivo es real en mi interior...y con eso me basta...cuando despierto y los dejos del sueño se baten en retirada, camino a tientas, sin saber dónde estoy, si en un barco o en mi habitación...esa delgadísima pero firme línea que sólo permite que esos restos de sueños vaporosos se esfumen a medida que abrimos los ojos es un maravilloso sendero sobre el que caminar...cada noche busco esa línea, empiezo a caminar...y sin darme cuenta caigo del otro lado....como nuestra querida alicia...en busca de mundos posibles en las mentes de los soñadores...mil besos y feliz año...
Con lo que me gusta soñar con lo que leo... Feliz entrada de año y feliz vida!
Y es que el canal de Panama atrae menos a los soñadores!!
:)
Si ya lo decían los más eximios dictadores de nuestro pasado siglo, la lectura es peligrosa y subversiva, y la cultura mucho más, lástima que ninguno de ellos leyera por las noches, para haberse transustanciado en algún ser más alejado de sus víctimas...
Uf, perdona, que me largo del tema. Yo acabo de terminar dos libros de Gordimer y Coetze y me he despertado un día boer y al siguiente zulú..., en los dos casos volví a cerrar los ojos.
Besos.
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