Es difícil explicar el placer que supone salir a un sitio despejado, fuera de la ciudad, de los edificios, de los árboles, empezar a montar tu cometa y hacerla volar.
No se si es volver a la infancia, no, creo que no es eso, es más bien cambiar de estado, es como desconectar el interruptor de la gravedad que nos pega al suelo y ponernos en manos del viento. Es volar.
A veces, cuando despierto en una mañana de sol tibio en la que la brisa se desplaza acompasada, me gusta imaginar una enorme playa desierta lejos de todo y cerca de alguna parte.
Llego a ese lugar, me quito la ropa y sin darme cuenta ya me he convertido en una cometa, en un cerf-volant, tengo forma de barco y surco el cielo como un Juan Salvador Gaviota en versión de tela.
Subo, bajo, vuelvo a subir hasta que tengo nauseas. Me dejo llevar por las corrientes y experimento sensaciones prohibidas en mi versión de cometa en tierra.
Cuando me canso, cuando me he llenado de sol y de viento y de plumas, sólo entonces bajo al suelo, me tumbo en la arena y me reconvierto en ser humano.
Tengo la piel morena y castigada, tengo heridas, tengo el pelo revuelto y lleno de nudos. Recupero mi peso y ya no formo parte del viento.
Es el precio a pagar por formar parte del paraíso.
14 comentarios:
Es una forma perfecta de volar, entrar en sintonía con la brisa, la luz... y sentir.
besos
Nunca he hecho volar una cometa y ando loca por hacerlo... Lo mismo te pillo! ;)
Yo una vez tuve un cometa; lo hice volar tan alto que al final era un puntito en el aire. Undía el sedal se cortó y lo perdí...Todavía sigo buscándolo....
Hace unos año si que pillé una cometa en Cádiz... hacía tanto que no la hacía volar! enseguida se dejó llevar y volaba y volaba!
Besicos
¡Muy sugerente, Jeanne! Tanto la foto como el texto. Ese afán por despegarnos de la tierra por nuestros propios medios parece que se condensa en una simple cometa, hilo y papel.
Bonito.
Saludos.
aiinnss
Yo estaba pensando en el cuerpo estelar...
Ganas de viajar que tiene uno...
Vengo de paso, a visitarte y desearte un feliz año y como no, también a dejarte un besazo.
Te entiendo perfectamente. No hay nada igual, Jeanne. Un beso.
Yo no quiero hacer volar cometas. Yo quieronecesito ser cometa.
Me encanto, quiero volver a la playa
y fundirme con la arena, se bañado por las aguas, arastrado mar adentro
y volver nadando, purificado
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso
Volar, sentir, amar, vivir!!!!!!!
Nada como la libertad que puede hacernos sentir...
Volé una cometa pero ella era yo, cambiamos los papeles llegando a subir tan alto que me despegué de casi todo..
Un placer enorme¡¡ lo aseguro
Besos Jeanne
Yo quiero esa playa, y también querría ser cometa..., pero temo mucho que el viento no será nunca capaz de levantar mi peso por el aire, así que, a lo sumo, llegaré a ser veleta.
Besos.
Publicar un comentario