Y de nuevo el gran milagro del paso de las estaciones se muestra ante mi....
Soy amante del invierno, del frío, aunque quizás es sólo el resultado de la saturación que me provoca el verano.
Hoy, entre medio de las nieves, he notado un cambio que me ha transportado en el tiempo, y es que entre temperaturas bajo cero y catarros y alergias he visto una luz que antes no estaba.
No ha sido magia, ha sido la constatación del paso del tiempo y del avance de las estaciones. Porque este invierno que nos envuelve como un amante posesivo ha dejado paso a más momentos de luz.
El día se va a alargando, tan sólo son unos minutos, de la sombra a la claridad, no es magia pero siento como si lo fuera.
Bienvenida la luz....
Jeanne
5 comentarios:
No me había dado cuenta de que la luz estaba ahí, pero creo que está. Los días con nieve son muy especiales. Poseen colores diferentes, y no son precisamente ese blanco que destaca y desvela... hay más, mucho más...
Un abrazo.
Pues si que es verdad... a las seis no es tan de noche...
Besicos
Y esa luz, al atardecer se tiñe de tonos pastel fríos...pero cálidos... es un milagro, sí.
besos
En ese mismo sentido te cuento que todos las culturas indígenas latinoamericanas celebran el año nuevo el día del solsticio de invierno, para ellos el instante en que, pese al frio, la lluvia y la nieve, los días comienzan a alargarse es el momento más trascendente y esperanzador del año.
Un abrazo.
Yo lo siento, de verás, pero necesito que se vaya acercando la primavera, necesito que algo de sol me ayude a decongelar los dedos, que así no hay quien escriba.
Besos.
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