Hoy es lunes, un lunes normal pero con tendencia a la anormalidad que genera la cercanía de las vacaciones de Navidad.
Y a pesar de que esta época del año no figura en mi lista de preferencias, lo estoy llevando como una princesa que cuenta los días despacito para que no lleguen y para que no se pasen.
Soy una firme defensora del pensamiento positivo, soy la perfecta comunicadora de como llevarlo a cabo pero a la vez soy el ejemplo a no seguir. Si, si. Lo confieso.
Porque pienso demasiado sin darme cuenta. Porque podría ser más simple y menos complicada. Pero creo que sin mis pliegues y mis recovecos no sería yo, sería otra, seguramente mejor o quizás no. Quien sabe.
Vale. Me callo.
:-)
Jeanne
2 comentarios:
Yo era muy amarilla (al párrafo que así coloreaste me refiero) y porqué hacerlo simple si se puede hacer complicado? Pregunto.
Saludo
Cien veces no debo
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Veo que eres de las mías, de las que predican con todo menos con el ejemplo.
:-) es que no lo podemos evitar, verdad?
Yo siempre lo hago todo complicado,o sencillo, o quien sabe.
Un saludo.
Jeanne
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