Hemos estado cerca, muy cerca, pero el oso apoyado en el madroño no se vestirá con los cinco anillos.
Se quedará sabiendo que ha hecho todo lo que ha podido, que ha luchado con fuerza, que no ha dejado cabos sueltos, que lo ha intentado por segunda vez y que de nuevo no ha ganado.
Ahora sólo nos queda pensar que en el deporte como en la vida, la recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Es duro de aceptar pero es el único camino.
Enhorabuena para Río de Janeiro.
A nuestro oso también le gusta el pan de azúcar :-)
6 comentarios:
Esperemos que la Olimpiada sea beneficiosa para Rio y sus habitantes.
Yo hubiera preferido ponerle los anillos a la Cibeles o a la Mariblanca, a mi amigo Oso le veía más participando en las competiciones de lucha grecorromana..., no podrá ser (de momento) nos quedaremos sin nuestros juegos y con nuestras deudas, pero como no queda otro remedio, habrá que tomárselo con deportividad y calmando la ira de Neptuno..., quien sabe, tal vez pueda compartir la sonrisa con los Delfines...
(Va de estatuas)
Felicidades a Rio y a su Cristo Redentor.
Besos petrificados.
Sísiisisisisisi, estoy muy muy muy contenta por Río de Janeiro, lo siento, mi alegría es tan grande que cubre cualquier pesar que pueda tener por Madrid.
Hay que repartir, conjuguemos el verbo.
un beso
Creo que estaba como claro que la antorcha iría hacia allá.
El mapamundi de Lula era de una fuerza argumentativa arrolladora. 2016: primeros Juegos Olímpicos de la historia en Sudamérica.
besos
Felicidades. Otra vez será. Ha pesado que no se hayan celebrado todavía en Sudamérica. Un beso.
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