Uno de mis pequeños y efímeros placeres tiene lugar cuando la casualidad hace que tenga que conducir por la noche. Que la carretera esté vacía y el cielo descubierto. Que mi destino coincida con la posición de la luna y que la luna sea llena.
Y es entonces, justo al ocultarse el sol a mi espalda cuando me doy de bruces con una luna inmensa que toca el horizonte. Es una bola roja que se aclara despacio y se viste de naranja intenso. Bola descomunal al medirla con el tamaño de objetos terrenales.
Conducir hacía ella rodeada de lineas blancas que delimitan mi paso. Imaginar que es una esfera en lugar de un circulo. Imaginarla habitada y con viento imposible.
Uno de mis pequeños placeres. Placer efímero y de corto recorrido. Lo que ayer fue real hoy lo es un trocito menos.
14 comentarios:
Jeanne, compartimo un pequeño placer, me encanta conducir, hacia la luna, el sol o simplemente a la esquina.
Un beso
Que dificil cazar esa luna...
Jeanne
La luna es mi fascinación y esa imagen de conducir de noche por una carretera vacía, apenas acompañada por la luna, me parece maravillosa.
Luna de octubre, la más bella. El pasado día 2 de este, mes tuvimos una luna llena bellísima.
Saludos
Que no es lo mismo que conducir en la luna, y menos si es la de Valencia. ;)
Fly me to the moon... In other words, hold my hand.
En efecto, nada menos que pequeños placeres.
Cada placer que compartes me hace imaginar y se convierten en placeres compartidos.
Un beso mi afrancesada J
Ay, Jeanne ... que susto ... mira, es que yo sueño cada día con viajar hacia la luna llena, pero con destino allí, aparcar la estrella fugaz (cómo se viaja a la luna si no? y dormirme en ella. Y pensé ... a que nos vemos por el camino.
Ves, me apunto a tus viajes una vez más. Soy adicta a los pequeños placeres.
Otro de mis paceres es caminar iluminado sólo por la serenidad de esa luna llena, en el silencio de la noche donde apenas cabe el sonido de los grillos.
besos
Hola Jeanee, la verdad es que alguna vez he sentido que voy directo hacia ella.
Saludos,
Que impactante!!!
Mi primera visita me ha resultado preciosa, Jeanne.
Besos de luna
Y has llegado alguna vez hasta ella?
Me encanta conducir, sobre todo cuando puedo hacerlo sin tráfico, que cada vez son menos las veces..., una carretera semivacía, mi coche, la música (y si es posible yo gritando como un poseso el estribillo de la canción de turno), conducir hacia el futuro, hacia la nada, hacia la luna o, incluso, hacia el pasado, pisando el acelerador hasta hacer la tabla, o relajado y contemplando el paisaje, cualquier paisaje..., no sé si me gusta la luna llena de selenitas, pero me gusta tu imagen...
Besos de carretera.
Mientras seamos capaces de vivir esos pequeños placeres, nuestra supervivencia está asegurada.
Un abrazo
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