lunes, 21 de diciembre de 2009

Monsieur L'hiver está aqui



Hace un rato, cuando ni siquiera el reloj del salón marcaba las ocho de la tarde, he oído gritar mi nombre. El sonido no venía de dentro sino que parecía provenir del exterior, de más allá de las ventanas donde el frío es mortal.

Me he asomado, he mirado fuera con las gafas de ver cosas especiales y lo he visto a él. Un hombre pálido y vestido de blanco. Llevaba gafas, el pelo corto y un gran cartel que por el idioma iba dirigido a mi.

Le he sonreído, pero en medio de la oscuridad me he imaginado invisible, negro sobre negro, así que he abierto la ventana mientras contenía la respiración para no congelarme.

Con un gesto me ha invitado a bajar al jardín, he bajado, hacía frío, sus manos estaban congeladas, hemos bailado al son de la melodía que nacía del viento gélido.

Se ha ido sin decir adiós y he recuperado el pulso. He estado a punto de sufrir una congelación severa pero....

...es el precio que pagamos por recibir una visita privada de Monsieur L'hiver.

7 comentarios:

Jordicine dijo...

No me gusta el frío, JEANNE! Un beso y Felices Fiestas.

Lu dijo...

Q lindo Jeanne! Las fiestas en invierno...
Monsieur L'hiver ha sido muy gentil con vos. Grato momento.
Felicidades en estas fiestas querida!!!
Besos.

Tempus fugit dijo...

¡Ohhhhhh! qué bonito. Yo prefiero a la señorita del traje de flores... se llaman estaciones, y sólo la primavera es femenina.


besos.

Saúl dijo...

he sufrido más de una hipotermia bailando..

Gabiprog dijo...

Intentemos en estas fechas mojarnos con su mejor espíritu. Cuidemos esa sensación e ambicionemos conservarla a lo largo del año.
Felices fiestas.

Tocan momentos de estar junto a las brasas.

Anónimo dijo...

Supongo que como huésped es complicado, pero así descrito, no es posible no invitarle a nuestra casa.

Besos.

dintel dijo...

Qué historia tan chula. Me ha encantado.

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