lunes, 31 de diciembre de 2007

De vuelta en París y un Nuevo Año por delante...


Mi tren ha llegado a media tarde, alejándome de los mios y acercándome a los que ahora pueblan mi presente en París.

Al llegar a la estación me he dado de bruces con Lisette, una chica extraña, mas bien huidiza, siempre vestida de blanco, siempre con partituras en las manos corriendo por las escaleras que llevan a la segunda planta nuestra Academia, sección de música.

Esta vez iba demasiado arreglada, sin maleta que explicara su presencia en el andén, con gafas de sol a pesar de que éste hacia horas que se había desdibujado. Al verme mostró una alegría desmedida, no explicable por nuestra incipiente amistad, tan solo alimentada tras dos o tres encuentros a la salida de nuestras clases, uno o quizás dos cafés y una breve visita a su aula, donde la vi junto a su piano, su adorado instrumento no transportable.

A veces, cuando llego tarde a mis clases matinales y sólo mis pasos se oyen por los pasillos, oigo un piano de fondo, se que es ella, lanzando notas al viento junto otros instrumentos de cuerda que no sabría reconocer.

Lisette me ha hablado de sus compañeros, la gran mayoría la rehuyen, quizás por su aspecto demasiado angelical, quizás por su virtuosismo extremo. Tan sólo se relaciona con un grupo muy reducido de la sección de música, según sus propias palabras" Mi orquesta de amistades se acaba más allá de un violonchelo, dos violines y una flauta travesera"

En cuanto a mi paleta de amistades, es algo mayor que su quinteto, pero tampoco podría formar una orquesta de cámara.

Esta noche pondremos fin a un año de cambios, un año positivo, creciente, soleado, en los que he crecido como mujer, como pintora, como amiga, como amante...

Nuevas oportunidades se van a presentar y ésta vez no tendré las manos atadas, ni los pies enterrados en el barro de la impotencia, mis brazos estarán libres y elevados hacia el cielo, giraré sobre mi misma, yo seré mi eje de rotación, de evasión y de liberación.


Feliz 2008 para mi París, para mi Escuela, para todos los que ahora deambulan a mi lado y a los que pronto, sin saberlo todavía, llegarán a estar.

1 comentario:

momo dijo...

Como me sigue gustando leer cosas de Paris...
A quí sigo leyéndote.

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