Anoche me las quité y las dejé colgadas del sillón,
bien extendidas,para que el aire pudiera circular libremente entre sus plumas, pero esta mañana, al despertar, he notado su ausencia incluso antes de abrir los ojos.
Sin mis alas estoy perdida,
no sólo no puedo volar sino que no puedo respirar,
sin ellas mis pies se quedan pegados a tierra
y en la tierra siempre me falta un poco de aire,
mis pulmones y mis bronquios necesitan aire más vivo y azul.
Tendré que hacerme a la idea de que probablemente no vuelvan a aparecer. Quizás estaban incómodas en mi habitación de dos ventanas con eterno olor a pintura.En esta ciudad de nuevo lluviosa. Mis alas nunca se mojan pero prefieren vivir al sol.
Mientras no las tenga de nuevo en mi espalda, cada día empezaré a ahogarme en un vaso de agua más pequeño.
Hoy ya estoy escribiendo desde el fondo del mar,
alli ya tengo mi silla y mi mesa,
mañana quizás ese mar ya sea un pequeño estanque,y pasado mañana.....quien sabe......tal vez ya me haya instalado en una gota de agua.
Me quedan pocos días para aprender a nadar sin alas,
que sea en el mar,
que no sea dentro de una minúscula gota de agua...
(Escultura: Obra de Jason Taylor)
8 comentarios:
Busca bien. Están ahí. Las alas no se van volando. Se quedan volando.
En tu armario, en la bañera.
La intuición me dice que en tu paleta.
Paciencia. Están.
Eso, eso, que si nos ahogamos sea al menos escribiendo en el fondo del mar.
Pues encontraste el otro medio donde puedes volar...El vuelo de las sirenas siempre se hace en el agua...El agua...En ella uno parece flotar, y cuando nadas, incluso en esa piscina con agua de ozono donde nado, pareces ingrávido, pareces otro...porque te reencuentras.
Verás como nadar es innato...En líquido nos formamos y la memoria siempre viene al rescate cuando parece que la tierra quiere anclarnos de nuevo y no dejarnos escapar...
Volarás, porque gota de agua te dejarás llevar por un río que te llevará al inmenso mar...
Y si no consigues volar, espera a que los ojos se cierren de noche pensando en un nuevo día...La noche suele darle el toque de ingravidez al cuerpo que el día le niega.
Gracias mi pequeño blog no tiene muchas visitas pero ahora ya empieza a tener gente
Muchas gracias
Yo tb he perdido mis alas hoy... pero oye, habrá que seguir volando no?? besitos!
Querida Jeanne:
¡¡qué texto más original y bello!!
Así te imagino, con alas. Es curioso, no lo había pensado hasta leer tus palabras. Pero estoy segura que antes de aprender a nadar, encontrarás tus alas que te permitirán volar nuevamente.
Eres todo glamour, chiquilla.
¿siempre fuiste así o es tu vida en París lo que te ha transformado?
un besito, guapa
Jeanne, a menudo las alas deciden emprender el vuelo en solitario nos abandonan pero yo creo que lo que pretenden es ponernos a prueba...darnos la posibilidad de emprender otros vuelos quizá no con tanta altura pero de dimensiones parecidas a las que ellas nos dan... Ya sabes las dependencias no son buenas¡¡¡
Soy la "mater" que NO la alma mater de Álvaro y sus blogs, y paseo por aqui leyendo y entre todos ellos te he encontrado, impresionante blog, impresionantes palabras.
Un beso
Ya veras como regresan, de seguro te extrañan tanto como tu a ellas.
Un beso
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