De frios y aguas

De vuelta al mundo real....

Tras unos días llenos de frío y de viento y de agua que han hecho de mi un ser absolutamente dichoso, la vida real que me cobija el resto del año me ha reclamado como una gallina a sus polluelos.

Vuelvo a casa pero dejo retazos en mi memoria que no se pueden borrar, ni el tiempo ni el cansancio ni nuevas vivencias pueden apagar las anteriores.

Me quedo con el cielo, un cielo de otra época, de otra estación. Me guardo los rayos de sol tras las tormentas y su reflejo en los charcos del camino. Me guardo el viento frío y furioso golpeando el maíz y también mi pelo suelto y enredado.

Y me encuentro ya huérfana del campo que me ha acogido en su seno y que me ha dejado partir.

Pero se que volveré. No se cuando ni como, pero se con quien.

Digo hola a esta ciudad, al ático de Colette, a mi habitación con dos grandes ventanas, a mis pinceles abandonados en brazos de la nada, a Carlo y a su piano de Cremona, a Monsieur Jennepin (que hace días que no toca...)

Digo te espero a Marco, mi cobre chileno que se funde en el invierno de Santiago.

He vuelto...