Me gustan los movimientos armónicos y simples. No me gustan las crestas ni los valles.
Si pudiera elegir elegiría un movimiento ondular con amplitud constante y rozando el cero. La longitud de onda tendría un mínimo de 90 días.
Con esta definición construiría una carretera, nada de autopistas ni autovías. Una carretera comarcal de doble sentido y rodeada de campos verdes y de bosques de hoja perenne y algunos de hoja caduca.
Mi carretera de amplitud constante tendría tendencia a ser monótona, pero sería tranquila y previsible. Nada de sustos, nada de saltos ni descensos.
No tengo los pulmones preparados para alejarme de la paz del casi cero. Me gusta lo de siempre, lo de toda la vida. Soy clásicamente extravagante. No quiero cambiar, tendría que nacer de nuevo....ya llegará.
7 comentarios:
A veces esdifícil cambiar, otras, necesario...
un puente podria cmplir tus requisitos.
Entre otras coas
besos lazados
A.
Eso, ya llegará.
Pues yo veo la vida igual, JEANNE. Me quedo con lo que conozco, sin sobresaltos. Un beso.
Jeanne, los sobresalto no van conmigo...estoy en la onda cero también.
Un besin
Que buenísimo el final...Me identifico contigo mogollón...
un besazo
ah!!! y ya conseguí el libro "La piel fría" será el próxima que lea cuando termine el que tengo actualmente entre manos y ojos.
Y yo que apostaría que eres cualquier cosa menos "lo de siempre"..., la tranquilidad es un bien necesario, pero de vez en cuando no lo es menos el cambio, el riesgo, el vértigo. Por cierto, adoro las carreteras con curvas que a la vuelta de cada una de ellas guardan una sorpresa en forma de pasaje inesperado.
Besos ondulantes.
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