
En tiempos difíciles el arte en forma de comida me resulta bienvenido...
Los participantes del concurso Bocuse d'Or que acaba de celebrarse en Lyon nos ofrecen un tipo de placer poco accesible a un paladar con bolsillos pequeños pero....nada nos impide disfrutar visualmente de los platos como si fueran puro arte.
La contemplación de este plato de carne es una pura delicia para todos los sentidos.
Imagino olerlo
Imagino mirarlo y observar sus formas delicadas
Diría que está muy cerca del Ikebana en versión alimentaria.
Nunca me comería una obra de arte como ésta...es placer visual...de formas..de colores...una composición perfecta que busca un fusión de todos los sentidos...
El ganador de este año ha sido un cocinero Noruego (Geir Skeie) que con tan sólo 28 años ha pintado un paraíso comestible.
